Adhesión del Subprograma Adultos Mayores en el Día Internacional de la Personas de Edad. 1 de octubre de 2016
El 14 de diciembre de 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 45/106 designó el primero de octubre como el “Día Internacional de las personas de edad”.
En la Declaratoria de Brasilia 2007 en los numerales 25 y 26, se promueve consolidar una Convención que sea un elemento vinculante a los países miembros con relación a los Derechos de las Personas Mayores.
La Convención de los Derechos Humanos de las Personas Mayores fue ratificada por nuestro país el 24 de agosto del corriente año, siendo el segundo país, luego de Costa Rica, en aprobar la Convención como objeto vinculante.
Esta norma, al ser equiparada con el marco legal existente en nuestro país, permite un cambio en las políticas públicas, las prestaciones y los servicios en lo que respecta a la persona mayor.
La Convención establece que los Estados Parte adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar a la persona mayor el goce efectivo de sus derechos y a vivir con dignidad hasta el final de la vida.
La presente Convención define la discriminación en la vejez como “(…) cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad, que tenga como objetivo o efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos humanos y libertades fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública y privada”.
“Los Estados Parte deberán desarrollar enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre envejecimiento y vejez, en relación con la persona mayor en condición de vulnerabilidad y aquellas que son víctimas de discriminación múltiple, incluidas las mujeres, las personas con discapacidad, las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, las personas migrantes, las personas en situación de pobreza o marginación social, los afrodescendientes y las personas pertenecientes a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a grupos étnicos, raciales, nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros”.
Las Instituciones abajo firmantes, en total acuerdo con la Convención ratificada por nuestro país, nos comprometemos a continuar defendiendo los derechos de las personas Mayores, especialmente contra la discriminación por edad.
Esta proclama surge como una demostración más del trabajo aunado de las organizaciones que defienden los derechos de los personas mayores.